Muchas gracias Guillermo. La verdad es que fue una locura. El cielo se prendió entero por breves minutos. Quizás un encuadre con un gran angular habría hecho protagonista total al color de aquel atardecer. Para la otra. Saludos!

Carolina, como siempre, agradezco tus delicadas palabras. La interpretación femenina no es lo común aquí en el sitio, así que gracias especiales...

Muchas gracias Egon por dejar tu gentil huella. Un gran saludo!

Raimundo. Muchas gracias por la sugerencia que me dejas. Conocer otros puntos de vista nos entrega nuevas opciones para las imágenes que vendrán. Te cuento que ni siquiera se me ocurrió probar un encuadre vertical, donde ahora siento habría sido mucho más acertado. Aquí la luz cambió tan rápido, que lo social del atardecer no me dejó evaluar opciones, por lo que comparto tu apreciación. El mejor saludo!

Hola Carlos. Yo soy niño de pecho en lo que a montaña se refiere comparado contigo. Aunque reconozco que cada atardecer en la cordillera es igual de maravilloso. Verlos es como estar en un anfiteatro gigante contemplando un paisaje que no deja de cambiar. Gracias y un gran saludo!

Hola y gracias Chris. Cuando se viven momentos como el que intenta representar la imagen, recordamos que nuestro ADN está programado para la Naturaleza. Muchas veces siento que la locura de la ciudad nos roba lentamente trozos de vida. La selva de cemento es un refugio artificial para el alma. ¡Viva la Naturaleza!

Aldo. Tremendas palabras me regalas. Eres un lector visual casi ideal. En lo que llamamos estilo personal vamos dejando nuestra firma del alma. Es cierto que en cada imagen va una parte de nuestras vidas. De las infinitas opciones, escogemos unas pocas. Así nos vamos conociendo. Infinitas gracias amigazo...

Hola Luis Felipe. La otra foto tenía un toque de mística gracias a la exposición larga, pero como escribo, quedaron blancos reventados y decidí seguir con la segunda opción. Buen ojo clínico has desarrollado. Te cuento que apliqué dos veces la máscara de enfoque web para destacar las texturas en la montaña, proceso que generó el ruido en el cielo. Ahí me caí, pues debí haber aplicado la máscara de enfoque solo en la piedra. Y sobre las manchas en el sensor, en la otra imagen con F/32 aparecieron unos puntos negros brutales, que identifiqué y borré en ésta. Pero igual se me pasaron los más claritos. A limpiar el sensor. Gracias y saludos amigazo!

Gracias Rodrigo. Siempre recibo como un halago tus visitas y palabras. Por cierto, magistral tu imagen de los cerros con esa exquisita luz cálida y horizontal. Genial conocer paisajes del Norte de Chile a través de tus trabajos. De nuevo gracias por confirmar mis aciertos. El mejor saludote!

Hola Isabel. La improvisación no es algo que me caracterice, de espontáneo tengo poco. Soy serio, aunque fome sería más preciso. Por eso quise contar el contexto social de la imagen, nada común para mí. Fue una linda experiencia, pues la señora de uno de los amigos del viaje después me contó que nunca antes se había dado el tiempo de contemplar un atardecer. Me refiero a estar una hora completa mirando el cielo disfrutando los cambios del paisaje. Es lindo que lo que aprendemos con la fotografía ayude a mejorar la vida de las personas. Gracias y un gran saludo!